Ensayos de Carlos Fuentes.

Carlos Fuentes un prolífico escritor. En su faceta de ensayista, abordó el proceso de la literatura latinoamericana y en especial el proceso histórico literario de su México natal.

A continuación, reproducimos parte de dos conocidos ensayos.

Ensayo Tiempo mexicano.

Fragmento.

En la vida popular mexicana, en sus actos definitivos de amor y muerte, de pasión y revolución, de arte y celebración, los contrarios se encuentran y el deseo no es sino el reconocimiento de una extrañeza previa a la reunión y quizás condición necesaria de esa reunión: la muerte será la vida, la revolución será una fiesta, la pasión será un arte, el espíritu será materia, el accidente será esencia, el cuerpo será alma, Tú serás Yo. Bastan una máscara y una palabra, un saludo o una despedida, una manera de caminar o de mirar, toda celebración que signifique acercarse, reunirse, antes de que la enfermedad, el tiempo, la muerte, la separación puedan triunfar otra vez.

Ensayo Cervantes o la crítica de la lectura. Fragmento.

Una vez, escuché en España la opinión según la cual Cervantes y Colón serían gemelos espirituales. Ambos murieron sin ciarse cuenta cabal de la importancia de sus descubrimientos. Colón creyó que había llegado al Lejano Oriente navegando hacia el Occidente; Cervantes pensó que sólo había escrito una sátira de las novelas de caballería. Ninguno de los dos imaginó que había desembarcado en los nuevos continentes del espacio —América— y de la ficción —la novela moderna.

La visión extrema de un Cervantes ingenuo se refleja en otra, igualmente extrema: el autor de Don Quijote era un consumado hipócrita que supo disfrazar sus constantes ataques contra la iglesia y el orden establecido bajo el manto de la locura de su ingenioso hidalgo, sin dejar de profesar constante y pública fidelidad al catolicismo romano y sus instituciones. ¿Ingenuidad o disimulo? ¿Los propósitos de Cervantes nunca sobrepasaron el menguado límite de la sátira de las novelas de caballería? ¿O es el Quijote una novela escrita en el «lenguaje de Esopo»? Ninguna gran novela se escribe sobre ecuaciones perfectamente calculadas

Los a prioris del novelista tienden a borrarse a medida que la obra adquiere autonomía y emprende su vuelo propio. Esto es igualmente cierto en Cervantes, Stendhal o Dostoyevski. Las abiertas intenciones satíricas del Quijote son, más bien, irónicas por naturaleza, sólo una faceta del múltiple juego de espejos que el autor prontamente establece cuando, después de la primera salida de Don Quijote, Cervantes pone en duda la génesis autoral del libro. No es concebible que Cervantes, después de escribir los primeros capítulos de su novela, descubriese la que habría de ser su esencia misma —la crítica de la lectura— sin incluir en (o excluir de) la sátira de la épica caballeresca la intención mayor del libro y permitiéndole, en cambio, subsistir como el principio ingenuo que habría de guiar todo su desarrollo.

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