Ejemplo de descripción literaria de paisajes

La descripción es poder observar un entorno o un determinado objeto y trasladar esa observación al papel. Es una capacidad propia del ser humano que se va desarrollando desde la infancia.

En la edad escolar, es importante que el estudiante aprende a redactar descripciones, como una manera de practicar a identificar su propio entorno.

En este caso, sin embargo, trataremos la descripción más avanzada y es la que implica provocar en el lector una serie de sentimientos, de poder trasladarlo a las mismas sensaciones o pensamientos del redactor. Estamos hablando de la descripción literaria.

Ejemplo de descripción literaria de paisajes

Texto descriptivo sobre un río

El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, atrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.

Horacio Quiroga. “A la deriva”

Texto descriptivo sobre la noche

La noche estaba serena y hermosa; la luna brillaba en toda su plenitud en lo más alto del cielo, y el viento suspiraba con un rumor dulcísimo entre las hojas de los árboles.

Gustavo A. B.  El rayo de Luna

El sol moría tras los altos picachos de la mina. Sin transición de crepúsculo, como ocurre en las altas cordilleras, la noche venía encima. El primer fuego encendido chisporroteaba con los quiscos secos mezclados a las ramas de espino. De abajo, en medio del alto silencio de la montaña subía el tintineo de una tropa de mulas retardada en el camino

Joaquín Díaz Garcés

Titulos para un ensayos sobre las drogas. Ejemplos

La siguiente lista recopila sugerencia al tema de elegir como tema de ensayo a las drogas.

Entiéndase por drogas, especialmente como la sustancia  o preparado medicamentoso de efecto estimulante, deprimente, narcótico o alucinógeno.

Títulos o temas para un ensayo sobre las drogas

  • El problema de la drogas en los jóvenes
  • Mezcla fatal: drogadicción y alcoholismo
  • Las drogas como escape de los problemas sociales en los jóvenes
  • Drogadicción y violencia en los jóvenes
  • Tratamientos no tradicionales y efectivos contra la drogadicción
  • Los drogas como escape de los problemas en la casa
  • Los indígenas inmersos en las drogas
  • Alternativas reales para alejar a los jóvenes de las drogas
  • La desatención de los indígenas adictos
  • El testimonio de ex adictos como ejemplo de lucha contra la drogadicción
  • Historias de éxito de jóvenes que salieron de las drogas y ahora son grandes empresarios
  • Legalizar o no las drogas
  • Desventajas de legalizar las drogas
  • Holanda y la legalización de las drogas.
  • Legalizar la marihuana para ciertos usos personales
  • ¿Es la legalización de las drogas la solución a la adicción?
  • Alcoholismo y drogas, un infierno para los que lo padecen
  • El problema de las drogas y la delincuencia en barrios marginados
  • Líneas de acción del gobierno para luchar contra las drogas
  • La venta de drogas a los estudiantes
  • ¿Es la droga un problema exclusivo de cada gobierno?
  • Las drogas abren la puerta a un infierno

Diferencia entre opinión y argumento

A continuación, el concepto de opinión en los diccionarios

[button color=»» size=»» type=»square_outlined» target=»» link=»»]Opinión:[/button]

Diccionario de la Real academia española:

Juicio o valoración que se forma una persona respecto de algo o de alguien.
[button color=»» size=»» type=»outlined» target=»» link=»»]Argumento[/button]

Razonamiento para probar o demostrar una proposición, o para convencer de lo que se afirma o se niega.

Diferencia entre opinión y argumento

Una opinión es un simple parecer. Cuando opinamos acerca, por ejemplo, de una película: «La actuación de ese actor, no me gustó. Fue mala». Lo que estamos haciendo es transmitir una idea concreta acerca de la película. Pero, nuestra opinión no está demostrando nada, ya que, su base es puramente subjetiva.

En cambio, si decimos: «La actuación del actor fue pobre porque no se lo notaba sumergido en el personaje en las escenas más importantes». En este caso ya estamos dando un argumento propio, con fundamento. Si bien siempre será un punto de vista personal, lo importante al momento de diferenciar una opinión de un argumento es que, este último, requiere de nosotros un análisis más profundo del porqué o cómo vemos una determinada realidad. No es una simple manifestación de ideas, como sí lo es la opinión.

Poema del día: Gabriela Mistral

Vergüenza
Si tú me miras, yo me vuelvo hermosa
como la hierba a que bajó el rocío,
y desconocerán mi faz gloriosa
las altas cañas cuando baje al río.

Tengo vergüenza de mi boca triste,
de mi voz rota y mis rodillas rudas;
ahora que me miraste y que viniste,
me encontré pobre y me palpé desnuda.

Ninguna piedra en el camino hallaste
más desnuda de luz en la alborada
que esta mujer a la que levantaste,
porque oíste su canto, la mirada.

Yo callaré para que no conozcan
mi dicha los que pasan por el llano,
en el fulgor que da a mi frente tosca
en la tremolación que hay en mi mano…

Es noche y baja a la hierba el rocío;
mírame largo y habla con ternura,
¡que ya mañana al descender al río
lo que besaste llevará hermosura!

30 frases célebres de Cicerón para reflexionar

Marco Tulio Cicerón (en latín, Marcus Tullius Cicero;a Arpino, 3 de enero de 106 a. C.-Formia, 7 de diciembre de 43 a. C.) fue un jurista, político, filósofo, escritor, y orador romano.
Es célebre por su retórica y excelente manejo de la prosa en latín.
Como historiador, es uno de autores más importantes de la historia romana.
En las siguientes frases, se recopilan pensamientos diversos de Cicerón presentes a lo largo de toda su obra.

Recopilación de frases cortas de Cicerón

  1. La cólera es una demencia pasajera.

  2. El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.

  3. La costumbre de decir sí me parece peligrosa y resbaladiza.

  4. Es propio de los necios ver los defectos ajenos y olvidar los propios.

  5. No entiendo por qué el que es dichoso busca mayor felicidad.

  6. No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños.

  7. Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.

  8. Hay que atender no sólo a lo que cada cual dice, sino a lo que siente y al motivo porque lo siente.

  9. Es bueno acostumbrarse a la fatiga y a la carrera, pero no hay que forzar la marcha.

  10. La vida feliz y dichosa es el objeto único de toda la filosofía.

  11. Difícil es decir cuánto concilia los ánimos humanos la cortesía y la afabilidad al hablar.

  12. La evidencia es la más decisiva demostración.

  13. El tiempo es una cierta parte de la eternidad.

  14. No solamente es ciega la fortuna, sino que de ordinario vuelve también ciegos a aquellos a quienes acaricia.

  15. Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.

  16. Como nada es más hermoso que conocer la verdad, nada es más vergonzoso que aprobar la mentira y tomarla por verdad.

  17. El que tiene virtud no necesita nada para vivir bien.

  18. Una vida feliz consiste en tener tranquilidad de espíritu.

  19. La vida de los muertos está en la memoria de los vivos.

  20. Cuanto mayor es la dificultad, mayor es la gloria.

  21. Este es el primer precepto de la amistad: Pedir a los amigos sólo lo honesto y sólo lo honesto hacer por ellos.

  22. El rostro es el espejo del alma, y los ojos, sus delatores.

  23. En cuanto a la adversidad, difícilmente la soportarías si no tuvieras un amigo que sufriese por ti más que tú mismo.

  24. La frente, los ojos, el rostro engañan muchas veces, pero la palabra muchísimas más.

  25. El placer es una incitación a la vileza.

  26. No entienden los hombres, cuán gran renta constituye la economía.

  27. La gloria sigue a la virtud como si fuera su sombra.

  28. La prudencia es la ciencia que sabe distinguir las cosas que hay que apetecer, de las que hay que huir.

  29. La discusión fortalece la agudeza

  30. Fruto es de la vejez el recuerdo de los muchos bienes anteriormente adquiridos.

¿Qué es un vocativo? Concepto y ejemplos

Un  vocativo es aquel vocablo que sirve para  llamar o nombrar a una persona o cosa personificada cuando nos dirigimos a ella.

El uso más común de un  vocativo es el del nombre de la persona a la que nos dirigimos, pero puede ser también un nombre común, tales como la posición social o familiar (colega, mamá) y la profesión o el título.

El diccionario de la RAE define al vocativo en los siguientes términos: Dicho de una expresión nominal: Que se usa en función apelativa; p. ej., Pepe en Pepe, ven un momento, por favor

Forma correcta de escribir los vocativos

Ortografía: El vocativo puede ir al  inicio de una oración, en medio o al final, y se separa del resto con comas.  (a menos que coincida con otro signo, como punto, punto y coma, etc.):

Ejemplos de cómo escribir los vocativos (señalados en negrita)

¡Hola, Julia!
Ven, Andrea, que ya empiezan las noticias en la tele. [Nos dirigimos a Andrea]
Dígame qué tengo, doctor. [Nos dirigimos a la doctora]
Gracias, vida. [Nos dirigimos a una persona con la palabra vida]
¿Qué decías, Juan?
Mamá, quiero chorizo.
Sí, señoar.
Hasta luego, José.
Me han despedido, Ismael: no podremos irnos de vacaciones.

La relevancia de la coma en el vocativo se aprecia en el siguiente ejemplo:

Andrés, lee la lección. [Nos dirigimos a Andrés y le pedimos que lea la lección]
Andrés lee la lección. [Afirmamos que Andrés está leyendo la lección]

Uso del vocativo frente a  un sujeto

En ciertas ocasiones pueden surgir dudas sobre si o usted (y sus plurales) sirve de sujeto o de vocativo. En el primer caso, simplemente se especifica que nos dirigimos a esa persona:

Ve si quieres, porque yo  me quedo en casa
Dígame usted su nombre.

El vocativo también sirve  para llamar la atención:

¡!, regresa aquí.
¡Eh!, ¡ustedes!, que por ahí está prohibido pasar.

Fórmulas con vocativo

En el caso que  el vocativo exprese desagrado o rechazo, se emplea a veces el adverbio so como refuerzo:

Mira en la enciclopedia, so listillo, y verás que estás equivocado.
¡No hagas eso, so bestia, que lo vas a romper!

Por el contrario, ciertas fórmulas afectivas van con un posesivo, precedidas de mi o seguidas de mío:

Repíteme, mi amor, lo mucho que me quieres.
Siempre estaré a tu lado, cielo mío.

También se usa mi en el ámbito militar cuando un inferior se dirige a un superior:

Así es, mi capitán.

Algunas palabras se usan preferentemente en plural en los vocativos, como niños, chicos:

Venid ya, niños.
Chicas, salid ya de la piscina.

También puede ser una personificación:

Hay que ver, botas mías, lo que habéis pateado.

Fuente: Wikilengua

¿Cómo surgió el idioma español? Video

Analizar los orígenes requiere un estudio científico extenso y detallado.
El español, es una continuación moderna del latín (denominado latín vulgar). En el siglo III, como consecuencia del desmembramiento del Imperio romano fue divergiendo de las otras variantes del latín que se hablaban en las distintas provincias del antiguo Imperio.

El siguiente vídeo elaborado por Curiosamente, es especial como material para didáctico para jóvenes y niños, explicando de manera general la historia del nuestra querida lengua española.

 

¿Qué significa amigovio/a? Palabra graciosa del día

1.  En Argentina., México, Paraguayy Uruguay; amigovio o amigovia tiene el siguiente concepto:

Persona que mantiene con otra una relación de menor compromiso formal que un noviazgo.

¿Desde cuando es aceptada?

El vocablo amigovio/a, en la práctica ya tenía muchos años de uso en el habla coloquial de los mencionados países. Sin embargo, fue añadida en el 2014 a la última edición del diccionario oficial. La Real Academia Española (RAE) de la Lengua presentó la 23ª edición de su diccionario (DRAE), tras 13 años desde la edición pasada, en 2001. Con 93.111 artículos, 6.000 más de los incluidos en 2001, y 1.350 artículos suprimidos, la nueva edición no ha estado exento  controversia. Se critica el ingreso  de muchos vocablos foráneos, principalmente americanismos, entre otros puntos.

Cuento del día: A la deriva. De Quiroga

A la deriva. Horacio Quiroga.

El hombre pisó algo blancuzco, y en seguida sintió la mordedura en el pie. Saltó adelante, y al volverse con un juramento vio una yaracacusú que, arrollada sobre sí misma, esperaba otro ataque.

El hombre echó una veloz ojeada a su pie, donde dos gotitas de sangre engrosaban dificultosamente, y sacó el machete de la cintura. La víbora vio la amenaza, y hundió más la cabeza en el centro mismo de su espiral; pero el machete cayó de lomo, dislocándole las vértebras.

El hombre se bajó hasta la mordedura, quitó las gotitas de sangre, y durante un instante contempló. Un dolor agudo nacía de los dos puntitos violetas, y comenzaba a invadir todo el pie. Apresuradamente se ligó el tobillo con su pañuelo y siguió por la picada hacia su rancho.

El dolor en el pie aumentaba, con sensación de tirante abultamiento, y de pronto el hombre sintió dos o tres fulgurantes puntadas que, como relámpagos, habían irradiado desde la herida hasta la mitad de la pantorrilla. Movía la pierna con dificultad; una metálica sequedad de garganta, seguida de sed quemante, le arrancó un nuevo juramento.

Llegó por fin al rancho y se echó de brazos sobre la rueda de un trapiche. Los dos puntitos violeta desaparecían ahora en la monstruosa hinchazón del pie entero. La piel parecía adelgazada y a punto de ceder, de tensa. Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de garganta reseca. La sed lo devoraba.

-¡Dorotea! -alcanzó a lanzar en un estertor-. ¡Dame caña1!

Su mujer corrió con un vaso lleno, que el hombre sorbió en tres tragos. Pero no había sentido gusto alguno.

-¡Te pedí caña, no agua! -rugió de nuevo-. ¡Dame caña!

-¡Pero es caña, Paulino! -protestó la mujer, espantada.

-¡No, me diste agua! ¡Quiero caña, te digo!

La mujer corrió otra vez, volviendo con la damajuana. El hombre tragó uno tras otro dos vasos, pero no sintió nada en la garganta.

-Bueno; esto se pone feo -murmuró entonces, mirando su pie lívido y ya con lustre gangrenoso. Sobre la honda ligadura del pañuelo, la carne desbordaba como una monstruosa morcilla.

Los dolores fulgurantes se sucedían en continuos relampagueos y llegaban ahora a la ingle. La atroz sequedad de garganta que el aliento parecía caldear más, aumentaba a la par. Cuando pretendió incorporarse, un fulminante vómito lo mantuvo medio minuto con la frente apoyada en la rueda de palo.

Pero el hombre no quería morir, y descendiendo hasta la costa subió a su canoa. Sentose en la popa y comenzó a palear hasta el centro del Paraná. Allí la corriente del río, que en las inmediaciones del Iguazú corre seis millas, lo llevaría antes de cinco horas a Tacurú-Pucú.

El hombre, con sombría energía, pudo efectivamente llegar hasta el medio del río; pero allí sus manos dormidas dejaron caer la pala en la canoa, y tras un nuevo vómito -de sangre esta vez- dirigió una mirada al sol que ya trasponía el monte.

La pierna entera, hasta medio muslo, era ya un bloque deforme y durísimo que reventaba la ropa. El hombre cortó la ligadura y abrió el pantalón con su cuchillo: el bajo vientre desbordó hinchado, con grandes manchas lívidas y terriblemente doloroso. El hombre pensó que no podría jamás llegar él solo a Tacurú-Pucú, y se decidió a pedir ayuda a su compadre Alves, aunque hacía mucho tiempo que estaban disgustados.

La corriente del río se precipitaba ahora hacia la costa brasileña, y el hombre pudo fácilmente atracar. Se arrastró por la picada en cuesta arriba, pero a los veinte metros, exhausto, quedó tendido de pecho.

-¡Alves! -gritó con cuanta fuerza pudo; y prestó oído en vano.

-¡Compadre Alves! ¡No me niegue este favor! -clamó de nuevo, alzando la cabeza del suelo. En el silencio de la selva no se oyó un solo rumor. El hombre tuvo aún valor para llegar hasta su canoa, y la corriente, cogiéndola de nuevo, la llevó velozmente a la deriva.

El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.

El sol había caído ya cuando el hombre, semitendido en el fondo de la canoa, tuvo un violento escalofrío. Y de pronto, con asombro, enderezó pesadamente la cabeza: se sentía mejor. La pierna le dolía apenas, la sed disminuía, y su pecho, libre ya, se abría en lenta inspiración.

El veneno comenzaba a irse, no había duda. Se hallaba casi bien, y aunque no tenía fuerzas para mover la mano, contaba con la caída del rocío para reponerse del todo. Calculó que antes de tres horas estaría en Tacurú-Pucú.

El bienestar avanzaba, y con él una somnolencia llena de recuerdos. No sentía ya nada ni en la pierna ni en el vientre. ¿Viviría aún su compadre Gaona en Tacurú-Pucú? Acaso viera también a su ex patrón mister Dougald, y al recibidor del obraje.

¿Llegaría pronto? El cielo, al poniente, se abría ahora en pantalla de oro, y el río se había coloreado también. Desde la costa paraguaya, ya entenebrecida, el monte dejaba caer sobre el río su frescura crepuscular, en penetrantes efluvios de azahar y miel silvestre. Una pareja de guacamayos cruzó muy alto y en silencio hacia el Paraguay.

Allá abajo, sobre el río de oro, la canoa derivaba velozmente, girando a ratos sobre sí misma ante el borbollón de un remolino. El hombre que iba en ella se sentía cada vez mejor, y pensaba entretanto en el tiempo justo que había pasado sin ver a su ex patrón Dougald. ¿Tres años? Tal vez no, no tanto. ¿Dos años y nueve meses? Acaso. ¿Ocho meses y medio? Eso sí, seguramente.

De pronto sintió que estaba helado hasta el pecho.

¿Qué sería? Y la respiración…

Al recibidor de maderas de mister Dougald, Lorenzo Cubilla, lo había conocido en Puerto Esperanza un viernes santo… ¿Viernes? Sí, o jueves…

El hombre estiró lentamente los dedos de la mano.

-Un jueves…

Y cesó de respirar.

La RAE presenta «Borges esencial»

La Real Academia española acaba de presentar una edición conmemorativa que incluye algunas obras cumbres del escritor argentina. Se trata de «Borges esencial». Recopila las siguientes obras:  Ficciones, El Aleph, algunos ensayos y poemas
El director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva, ha manifestado en relación a dicho escritor: «A la obra de Borges se le puede aplicar perfectamente la definición de poesía dada por Antonio Machado: «palabra esencial en el tiempo». Es una figura incomparable, una isla en el mar de la excelencia literaria en español»
Se trata de la novena obra de la colección Ediciones Conmemorativas, impulsada por la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) desde 2004 con la publicación

La distribución de «Borges esencial» se realiza simultáneamente en España y América: La edición es  una antología preparada por el presidente de la Academia Argentina de Letras (AAL), José Luis Moure, que incluye alguna de sus narraciones más conocidas, además de ensayos y poemas.

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