Un buen argumento es claro, coherente y fácil de entender.
¿Por qué es importante saber argumentar?
Saber elaborar un argumento sólido es el resultado de un correcto análisis sobre un tema en concreto.
Por tanto, se puede afirmar que el aprendizaje del proceso de la argumentación ayuda a organizar nuestras ideas, a darle una forma entendible y convincente para otras personas.
A continuación, un resumen de los cinco puntos más importantes de un buen argumento.
1. Es racional y lógico. Un argumento es el resultado de un proceso de razonamiento.
Argumentar es un proceso sistemático. Es decir, deben existir unas razones que justifiquen lo que el ensayista desea expresar. Y la forma en que lo comunica, debe ser coherente y seguir cierto orden. Argumentar no es lo mismo que opinar.
2. Estilo propio. Exponer las razones es el primer paso. Luego sigue la forma en que queremos transmitir ese pensamiento a nuestro lector.
El estilo es el toque personal al expresar nuestras ideas.
3. Redacción clara y precisa. .El estilo en la redacción debe ser claro, expresar sin ambigüedad el pensamiento de su autor
4. Objetividad. Si bien el estilo personal siempre será notable en todo argumento, es crucial que el redactor sepa describir las características objetivas del tema que trata en su argumento.
Un ejemplo concreto: Si un argumento habla del problema de las emisiones que causan el efecto invernadero, para poder objetivo en dicho artículo, el redactor no solo debe dar un punto de vista personal. Será preciso que aporte datos concretos del problema de tales emisiones, de sus causas, de las posibles soluciones o que cite la opinión de expertos respecto a ese asunto.
5. Referencias. El argumento serio utiliza referencias de autores reconocidos. Si bien el aspecto subjetivo es siempre importante, la aportación de datos verificables otorga al argumento una fuerza de convicción.