La ortografía es la madre que nos enseña para escribir correctamente. Durante siglos, las reglas de ortografía sirvieron como protección de la pureza del idioma español en lo que concierne a su representación escrita.
¿ Qué es lo que tiene en cuenta la ortografía español como una disciplina lingüística? ¿Cuáles son sus características o propiedades? En la siguiente lista, el manual oficial de Ortografía de la Real Academia Española nos brinda un detallado panorama de lo que constituyen los criterios o razonamientos que rigen el estudio y las normas de ortografía en nuestro idioma.
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Adecuación entre grafía y pronunciación:
El primer principio ortográfico hace referencia a la máxima fidelidad posible que debe existir entre la representación gráfica de un fonema (el sonido de la letra) y el grafema (la letra) por el cual es representado. Por tanto, se procura evitar tener grafías que no tengan una repercusión en el lenguaje oral (aunque hay excepciones)
Correspondencia biunívoca entre grafemas y fonemas:
Este principio va en consonancia con el anterior. Establece que cada fonema debería estar representado, en lo posible, por una sola letra (grafema)
Existen algunas expceciones como consecuencias complejos procesos historicos. El fonema /j/, por ejemplo, se puede utilizar mediante los grafemas j (jirafa) y g (gesto) -
Respeto por la etimología
El criterio etimológico que inspira el sistema ortográfico del español tiene la finalidad de respetar en lo posible la palabra originaria de la cual proceden.
En algunos casos, este principio puede ir en sentido contrario con el criterio fonológico de la lengua, es decir, es posible que, al querer respetar la grafía original de un grafema, se contradiga el ideal de que esa representación no sea fiel a su pronunciación. Un ejemplo sería el vocablo “psicología”. Si tenemos en cuenta el primer principio, la «p» no es pronunciada, por tanto, no debería de estar representada gráficamente. Sin embargo, como es de notar, este principio puede chocar a veces con el anterior que habla de la unificación entre fonema y letra. El uso de grafías de caracter etimologico ha persistido en algunos vocablos como: folklore/folclore, bikini/biquini, póker/póquer, etc.
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Uso constante:
Como se puede apreciar, todos los principios están intimanente relacionados con mantener una lengua española uniforme, universal. El principio etimológico radica en preservar la grafía originaria, sin embargo, para que pueda ser considerado esa conservación debe ser tenido en cuenta la frecuencia del uso de dicho grafema. Es lo que se denomina el principio de uso constante. Consiste en validar una determinada grafía por el uso mayoritario de los hablantes.
- Ejemplo: el término mirabilá (latín) es la palabra etimología de maravilla. Como se puede apreciar, la forma de escribir es notablemente diferente a su origen, pero es la forma que ha prevalecido, por tanto, es la que la RAE aprueba.
El criterio antihomonímico:
El criterio antihomonímico valida una determinada grafía para evitar posible confusión en caso de hominimia. Es decir, aquellas palabras que se escriben de igual manera, pero que tienen significados diferentes. Ejemplo: bonito (bello), bonito (pez) , basto ( de tosco) y vasto ( de extenso).
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Principio de analogía
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Este criterio señala que las variantes flexivas de una palabra que son de una misma raíz léxica, deben presentar una ortografía idéntica en el segmento que comparten: Ejemplo: cantar, cantautor, canciones, canto, hambre, hambruna, etc
- Sin embargo, este principio puede sufrir alteración en determinados casos. Las formas de estas grafías flexivas se alteran cuando es necesario aplicar alguna de las reglas generales de correspondencia contextual entre grafemas y fonemas.
- Ejemplo: el plural de las palabras terminadas en z se escribe con c en virtud de la regla que establece que dicho fonema, /z/ debe escribirse con c cuando se encuentra ante la e,i: pez/peces, emperatriz/emperactrices
Principio de unidad ortográfica
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Este sería como el criterio madre al que deben adecuarse los demás expuestos. La ortografía de la lengua española se caracteriza, como se ha afirmado por su carácter uniforme, y por tanto universal. Esta propiedad permite que nuestro idioma español sea escrito, de manera idéntica en todos los países que hablan este bello idioma. Este principio, por tanto, radica en que la representación gráfica de una palabra ha de ser la misma para todos sus hablantes y en todo su territorio, con independencia de las diferencias de pronunciación que son el resultado de los aspectos regionales, socioculturales o también personales
El sistema ortográfico del español, con su sistema de escritura alfabética, tiene la estructura de reflejar todos los fonemas que puedan existir y sus variedades.