Un vocativo es aquel vocablo que sirve para llamar o nombrar a una persona o cosa personificada cuando nos dirigimos a ella.
El uso más común de un vocativo es el del nombre de la persona a la que nos dirigimos, pero puede ser también un nombre común, tales como la posición social o familiar (colega, mamá) y la profesión o el título.
El diccionario de la RAE define al vocativo en los siguientes términos: Dicho de una expresión nominal: Que se usa en función apelativa; p. ej., Pepe en Pepe, ven un momento, por favor
Forma correcta de escribir los vocativos
Ortografía: El vocativo puede ir al inicio de una oración, en medio o al final, y se separa del resto con comas. (a menos que coincida con otro signo, como punto, punto y coma, etc.):
Ejemplos de cómo escribir los vocativos (señalados en negrita)
- ¡Hola, Julia!
- Ven, Andrea, que ya empiezan las noticias en la tele. [Nos dirigimos a Andrea]
- Dígame qué tengo, doctor. [Nos dirigimos a la doctora]
- Gracias, vida. [Nos dirigimos a una persona con la palabra vida]
- ¿Qué decías, Juan?
- Mamá, quiero chorizo.
- Sí, señoar.
- Hasta luego, José.
- Me han despedido, Ismael: no podremos irnos de vacaciones.
La relevancia de la coma en el vocativo se aprecia en el siguiente ejemplo:
- Andrés, lee la lección. [Nos dirigimos a Andrés y le pedimos que lea la lección]
- Andrés lee la lección. [Afirmamos que Andrés está leyendo la lección]
Uso del vocativo frente a un sujeto
En ciertas ocasiones pueden surgir dudas sobre si tú o usted (y sus plurales) sirve de sujeto o de vocativo. En el primer caso, simplemente se especifica que nos dirigimos a esa persona:
- Ve tú si quieres, porque yo me quedo en casa
- Dígame usted su nombre.
El vocativo también sirve para llamar la atención:
- ¡Tú!, regresa aquí.
- ¡Eh!, ¡ustedes!, que por ahí está prohibido pasar.
Fórmulas con vocativo
En el caso que el vocativo exprese desagrado o rechazo, se emplea a veces el adverbio so como refuerzo:
- Mira en la enciclopedia, so listillo, y verás que estás equivocado.
- ¡No hagas eso, so bestia, que lo vas a romper!
Por el contrario, ciertas fórmulas afectivas van con un posesivo, precedidas de mi o seguidas de mío:
- Repíteme, mi amor, lo mucho que me quieres.
- Siempre estaré a tu lado, cielo mío.
También se usa mi en el ámbito militar cuando un inferior se dirige a un superior:
- Así es, mi capitán.
Algunas palabras se usan preferentemente en plural en los vocativos, como niños, chicos:
- Venid ya, niños.
- Chicas, salid ya de la piscina.
También puede ser una personificación:
- Hay que ver, botas mías, lo que habéis pateado.