Las obras del género literario dramático son textos que presentan situaciones de conflicto humano a través del diálogo. Las obras teatrales son los mayores exponentes del género dramático A continuación, se reproducen fragmentos de textos literarios dramáticos de célebres escritores.
Ejemplo de texto dramático N°1 “Los condenados”, de Benito Pérez Galdós
PATERNOY, SALOMÉ.
PATERNOY.- Parece que te has asustado al verme.
SALOMÉ.- Sí: primo mío; la virtud sin tacha… me asusta un poquitín.
PATERNOY.- ¿Dónde está… ese hombre?
SALOMÉ.- (Turbada.) ¿Mi marido?… no sé… aquí estaba.
PATERNOY.- Habla con más propiedad.
SALOMÉ.- Le llamo así porque hemos tenido la intención de casarnos. Pero no sé si sabrás lo que ocurrió.
PATERNOY.- Sí. ¡Casualidad como ella! ¡Morirse mosén Javierre la misma tarde!… ¡Pobre Salomé! ¡Pobrecita de mi alma!
SALOMÉ.- No fue culpa nuestra que…
PATERNOY.- No, si de la rectitud de tu intención no tengo duda. De la suya, no puedo decir lo mismo… ¡Ay, hija mía! yo creí que la enseñanza y la corrección de la realidad serían lentas, aunque al fin eficaces. Me equivoqué en la apreciación del tiempo. La ejemplaridad y tu castigo han venido demasiado pronto, mucho más pronto de lo que yo creía.
Ejemplo de texto dramático N°2 “La vida es sueño”, Pedro Calderón de la Barca
Primer Acto
Dentro SEGISMUNDO
SEGISMUNDO: ¡Ay, mísero de mí, y ay infelice!
ROSAURA: ¡Qué triste vos escucho!
Con nuevas penas y tormentos lucho.
CLARÍN: Yo con nuevos temores.
ROSAURA: Clarín…
CLARÍN: ¿Señora…?
ROSAURA: Huyamos los rigores
de esta encantada torre.
CLARÍN: Yo aún no tengo
ánimo de huír, cuando a eso vengo.
Ejemplo de texto literario dramático N° 3: Los muertos, Florencio Sánchez
DOÑA LIBERATA.- (Saliendo, con el niño de la mano.) ¡Venga, venga!… ¡Ya verá!
LALO.- (Resistiendo.) No, mamá nata, yo no fui… Fue el chiruso que puso mi cobre en la vía para que lo achatara el trangua…
DOÑA LIBERATA.- ¡Jesús!… ¡Así ocurren las desgracias!… ¡Ah!… ¡Usted no sale más a la puerta!… ¿Me ha oído?…
LALO.- No fui, le digo, abuelita… Pregúntele a papá y verá cómo es cierto. Yo estaba sentadito…
DOÑA LIBERATA.- ¿Tu padre? ¿Dónde lo has visto?
LALO.- En la vereda… Siempre viene allí al almacén… Y cuando me ve, me llama…
DOÑA LIBERATA.- Y vos vas, ¿no?… ¿No te he dicho que no tenés que hacerle caso?
LALO.- Yo no le hago caso, pero él viene ande estoy y… Hoy me dio este níquel, y me dijo que de aquí a un rato me iba a traer un lindo regalo… Y dispués, sabés… dispués me preguntó si quería irme a vivir con él…
DOÑA LIBERATA.- ¿Ah, sí?… ¡Pues cuidadito con que me vuelva a pisar la calle!… ¡No faltaba otra cosa!… ¡Ya lo había maliciao!…
LALO.- Y esto ¿pa quién es?… ¿Pa mí?…¡Ay, qué lindo!… Y botines nuevos…¡Ay!… ¡Pongameló abuelita!… Pa probarlo no más… Dispués me lo saco…
DOÑA LIBERATA.- Sí, hijo… venga acá.