¿En qué consiste la descripción literaria? Concepto y ejemplos

La descripción en general es un proceso de explicación que parte de observar una determinada realidad o un cierto objeto

El objetivo de una descripción es detallar o representar las características del objeto observado.

Una descripción literaria es representar y detallar las característica de un objeto con una finalidad artística

Es importante, por tanto, el estilo y la forma en que describimos.

Como se señala en el libro “Lengua y Literatura: Polochic”,  la descripción literaria se dirige al imaginación del lector y su principal fin es deleitarle con la representación de seres u objetos reales o ficticios. Hace uso de un lenguaje más sugestivo y creativo.

Características de la descripción literaria

  • Es subjetiva. La descripción es personal porque significa que el autor transmite un determinado estilo o pensamiento en la manera que decide escribir
  • Finalidad artística. Un texto con una descripción literaria tiene la intención de provocar en el lector determinadas sensaciones. No se trata solo de informarle, sino, de producir cierto impacto
  • Es una herramienta frecuente utilizada en varios géneros literarios como la poesía, las novelas, los cuentos.

Diferencia entre descripción literaria y descripción científica

La descripción científica tiene por objetivo explicar o detallar una determinada realidad tal cual es.

Ejemplo de descripción científica

El Río Amazonas

Es un río de agua dulce localizado en América del Sur que fluye desde los Andes en Perú, en donde el hielo provee agua a una altura de 5,998 metros, hasta Brasil, en donde desemboca en el océano Atlántico. Se encuentra a aproximadamente 192 kilómetros al este del océano Pacífico.

En cambio, la descripción literaria, tiene a describir esa realidad desde un punto de vista personal y artístico:

Ejemplo de descripción literaria de un paisaje:

El Paraná corre allí en el fondo de una inmensa hoya, cuyas paredes, altas de cien metros, encajonan fúnebremente el río. Desde las orillas bordeadas de negros bloques de basalto, asciende el bosque, negro también. Adelante, a los costados, detrás, la eterna muralla lúgubre, en cuyo fondo el río arremolinado se precipita en incesantes borbollones de agua fangosa. El paisaje es agresivo, y reina en él un silencio de muerte. Al atardecer, sin embargo, su belleza sombría y calma cobra una majestad única.

Cuento A la deriva, de Horacio Quiroga

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