Ensayo «La llama doble» de Octavio Paz

«La llama doble» es un libro de ensayos del escritor mexicano y ganador del Noble de Literatura, Octavio Paz. La obra fue publicada en 1993 y es una exposición magistral sobre el concepto del amor en Occidente, acerca de sus raíces, su historia y los principales elementos que lo caracterizan

Ensayo la «La llama doble» (Fragmentos)

Las mujeres —más exactamente: las patricias— ocupan un lugar destacado en la historia de Roma, lo mismo bajo la República que durante el Imperio. Madres, esposas, hermanas, hijas, amantes: no hay episodio de la historia romana en que no participe alguna mujer al lado del orador, el guerrero, el político o el emperador. Unas fueron heroicas, otras virtuosas y otras infames. En los años finales de la República aparece otra categoría social: la cortesana. No tardó en convertirse en uno de los ejes de la vida mundana y en el objeto de la crónica escanda- losa. Unas y otras, las patricias y las cortesanas, son mujeres libres en los diversos sentidos de la palabra: por su nacimiento, por sus medios y por sus costumbres. Libres, sobre todo, porque en una medida desconocida hasta entonces tienen albedrío para aceptar o rechazar a sus amantes. Son dueñas de su cuerpo y de su alma. Las heroínas de los poemas eróticos y amorosos provienen de las dos clases. A su vez, como en Alejandría, los poetas jóvenes forman grupos que conquistan la notoriedad tanto por sus obras como por sus opiniones, sus costumbres y sus amores. Catulo fue uno de ellos. Sus querellas literarias y sus sátiras no fueron menos sonadas que sus poemas de amor. Murió joven y sus mejores poemas son la confesión de su amor por Lesbia, nombre poético que ocultaba a una patricia célebre por su hermosura, su posición y su vida disoluta (Clodia). Una historia de amor alternativa- mente feliz y desdichada, ingenua y cínica. La unión de los opuestos – el deseo y el despecho, la sensualidad y el odio, el paraíso entrevisto y el infierno vivido —se resuelve en breves poemas de concentrada intensidad. Los modelos de Catulo fueron los poetas alejandrinos, sobre todo Clímaco – famoso en la Antigüedad pero del que no sobreviven sino fragmentos— y Safo. La poesía de Catulo tiene un lugar único en la historia del amor por la concisa y punzante economía con que expresa lo más complejo: la presencia simultánea en la misma conciencia del odio y el amor, el deseo y el desprecio.

La modernidad desacralizó al cuerpo y la publicidad lo ha utilizado como un instrumento de propaganda. Todos los días la televisión nos presenta hermosos cuerpos semidesnudos para anunciar una marca de cerveza, un mueble, un nuevo tipo de automóvil o unas medias de mujer. El capitalismo ha convertido a Eros en un empleado de Mammon. A la degradación de la imagen hay que añadir la servidumbre sexual. La prostitución es ya una vasta red internacional que trafica con todas las razas y todas las edades sin excluir, como todos sabemos, a los niños. Sade había soñado con una sociedad de leyes débiles y pasiones fuertes en donde el único derecho sería al placer, por más cruel y mortífero que fuese. Nunca se imaginó que el comercio suplantaría a la filosofía libertina y que el placer se transforma- ría en un tornillo de la industria. El erotismo se ha transformado en un departamento de la publicidad y en una rama del comercio. En el pasado, la porno- grafía y la prostitución eran actividades artesanales por decirlo así; hoy son parte esencial de la economía de consumo. No me alarma su existencia sino las proporciones que han asumido y el carácter que hoy tienen, a un tiempo mecánico e institucional. Han dejado de ser transgresiones

Ensayos cortos de Rosario Castellanos

Rosario Castellanos (1925-1974) fue una célebre escritora mexicana del siglo pasado. Muchas de sus obras resaltan temas políticos. Es autora de poesías, novelas, cuentos y varios ensayos.
En este artículo, recopilamos tres excelentes ensayos que muestran el estilo incisivo de la autora al momento de plasmar sus argumentos.

Ensayo «»Y las madres, ¿qué opinan?»»

En los últimos años se ha debatido con pasión, con violencia y hasta con razonamientos, el problema del control de la natalidad. Desde el punto de vista religioso, es un delicadísimo asunto que pone en crisis las concepciones ancestrales acerca del respeto incondicional a la vida humana en potencia y que obligaría a la revisión de muchos dogmas morales que rigen nuestra conducta. Los economistas, por su parte, se atienen a las cifras y éstas indican lo que se llama en términos técnicos una explosión demográfica que seguirá una curva ascendente hasta el momento en que ya no haya sitio para nadie más en el planeta ni alimentos suficientes para el exceso de la población. Esta sombría perspectiva no tenemos que imaginarla para darnos cuenta de su gravedad sino que basta con que ampliemos nuestra visión actual de los países en los que la miseria es regla y la opulencia la excepción de la que gozan hasta reventar, unos cuantos; en los que el hambre es el estado crónico de la mayoría; en los que la educación es un privilegio; en los que, en fin, la salud es la lotería con la que resultan agraciados unos cuantos pero que ninguna de las condiciones propician, ninguna institución preserva y ninguna ley asegura.

Los sociólogos ponen el grito en el cielo clamando por un remedio, tanto para lo que ya sucede como para evitar que la catástrofe prevista se consume. Los sicólogos estudian los inconvenientes y las ventajas de las familias numerosas y de las constituidas por los padres y un hijo único. Los políticos calculan de qué manera pesará, en las asambleas mundiales, la voluntad de un país cuando cuenta (o no cuenta) con el brazo ejecutor de una multitud que sobrepasa cuantitativamente, como decía la Biblia, las estrellas de los cielo y a las arenas del mar.

Ensayo «El escritor y su público»

El escritor comprometido mira el mundo que lo circunda y declara, como era de esperarse, que ese mundo está mal hecho; inmediatamente pone manos a la obra para mejorarlo. Enarbola una teoría cualquiera y se convierte en su propagandista. Un libro es un utensilio, una especie de ladrillo que se usa indistintamente para levantar una casa o para ser arrojado como un proyectil contra la cabeza de alguien o de algo.

La literatura comprometida está hecha de pruebas, de alegatos, de refutaciones. Leerla puede no causarnos placer pero nos inclina a asentir o a rechazar. Está cargada, lo mismo que la pornografía, de elementos dinámicos que inducen a la acción. Se dirige no a la capilla cerrada ni al cenáculo de escogidos, sino a la masa entre la que quiere hacer prosélitos.

¿Quién de los dos —el arte purista o el escritor comprometido— está en lo justo? En nuestra opinión, ninguno. Al escoger un aspecto de la creación y descuidar los otros, ambos mutilan sus capacidades, cercenan la realidad expresada y excluyen virtuales interlocutores. Y en el escritor auténtico la plenitud debe ser, si no un logro, por lo menos una constante aspiración.

Ensayo «Sobre cultura femenina»

Existe una cultura femenina? Esta interrogación parece, a primera vista, tan superflua y tan conmovedoramente estúpida como aquella otra que ha dado también origen a varios libros y en la que destacados oficiales de la Armada Británica se preguntan, con toda la seriedad inherente a su cargo, si existe la serpiente marina. La naturaleza de ambos problemas, aparentemente tan desconectados, tiene un lejano parentesco ya que en los dos se examina cuidadosa, rigurosamente, la validez con la que corre, desde tiempos inmemoriales, un rumor. Asimismo, se procede, para dictar el fallo, a la confrontación de los testimonios, ya sean en pro, ya en contra, de las hipótesis afirmativas. Porque hay quienes aseguran- y son siempre lobos de mar con ojos de lince-, haber visto el antedicho ejemplar zoológico, y hasta son capaces de describirlo (aunque estas descripciones no concuerden entre sí ni siquiera resulten verosímiles) de la misma manera que otros aseguran haber presenciado fenómenos en los que se manifesta la aportación de la mujer a la cultura por medio de obras artísticas, investigación científicas, realizaciones éticas.

Ensayos cortos de José Ingenieros

José Ingenieros fue célebre escritor e intelectual argentino (1877-1925) Su libro «Evolución de las ideas argentinas» marcó una influencia en el pensamiento argentino como nación. Ingenieros tuvo una gran influencia también en los estudiantes que habían formado parte de la denominada «Reforma universitaria», del año 1918.
Ingenieros es catalogado como un ensayisa crítico. Sus trabajos abordaron temas sociologicos propios de su época y propuse una serie de cuestionamientos éticos morales en la Argentina de principios dle siglo XX.
En este artículo recopilamos fragmentos de sus más conocidos ensayos

Ensayo «El hombre mediocre»

El hombre es. La sombra parece. El hombre pone su honor en el mérito propio y es juez supremo de sí mismo; asciende a la dignidad. La sombra pone el suyo en la estimación ajena y renuncia a juzgarse; desciende a la vanidad. Hay una moral del honor y otra de su caricatura: ser o parecer. Cuando un ideal de perfección impulsa a ser mejores, ese culto de los propios méritos consolida en los hombres la dignidad; cuando el afán de parecer arrastra a cualquier abajamiento, el culto de la sombra enciende la vanidad.,

Del amor propio nacen las dos: hermanas por su origen, como Abel y Caín. Y más enemigas que ellos, irreconciliables. Son formas diversas de amor propio. Siguen caminos divergentes. La una florece sobre el orgullo, celo escrupuloso puesto en el respeto de sí mismo; la otra nace de la soberbia, apetito de culminación ante los dermis. El orgullo es una arrogancia originaria por nobles motivos y quiere aquilatar el mérito; la soberbia es una desmedida presunción y busca alargar la sombra. Catecismos y diccionarios han colaborado a la inediocrización moral, subvirtiendo los términos que designan lo eximio y lo vulgar. Donde los padres de la Iglesia decían superbia, como los antiguos, fustigándola, tradujeron los zascandiles orgullo, confundiendo sentimientos distintos. De ahí el equivocar la vanidad con la dignidad, que es su antítesis, y el intento tasar a igual precio los hombres y las sombras, con desmedro de los primeros.

En su forma embrionaria revélase el amor propio como deseo de elogios y temor de censuras: una exagerada sensibilidad a la opinión ajena. En los caracteres conformados a la rutina y a los prejuicios corrientes, el deseo de brillar en su medio y el juicio que sugieren al pequeño grupo que los rodea, son estímulos para la acción. La simple circunstancia de vivir arrebañados predispone a perseguir la aquiescencia ajena; la estima propia es favorecida por el contraste o la comparación con los demás. Trátase hasta aquí de un sentimiento normal.

Pero los caminos divergen. En los dignos el propio juicio antepónese a la aprobación ajena; en los mediocres se postergan los méritos y se cultiva la sombra. Los primeros viven para sí; los segundos vegetan para los otros. Si el hombre no viviera en sociedad, el amor propio sería dignidad en todos; viviendo en grupos, lo es solamente en los caracteres firmes.

Ciertas preocupaciones, reinantes en las mediocracias, exaltan a los domésticos. El brillo de la gloria sobre las frentes elegidas deslumbra a los ineptos, como el hartazgo del rico encela al miserable. El elogio del mérito es un estímulo para su simulación. Obsesionados por el éxito, e incapaces de soñar la gloria, muchos impotentes se envanecen de méritos ilusorios y virtudes secretas que los demás no reconocen; créense actores de la comedia humana; entran en la vida construyéndose un escenario, grande o pequeño, bajo o culminante, sombrío o luminoso; viven con perpetua preocupación del juicio ajeno sobre su sombra. Consumen su existencia sedientos de distinguirse en su órbita, de preocupar a su mundo, de cultivar la atención ajena por cualquier medio y de cualquier manera. La diferencia, si la hay, es puramente cuantitativa entre la vanidad del escolar que persigue diez puntos en los exámenes, la del político que sueña verse aclamado ministro o presidente, la del novelista que aspira a ediciones de cien mil ejemplares y la del asesino que desea ver su retrato en los periódicos.

Ensayo «Las fueras morales»

En el perpetuo fluir del universo, nada es y todo deviene, como anunció el oscuro Heráclito efesio.
Al par de lo cósmico, lo humano vive en eterno movimiento: la experiencia social es incesante renovación de conceptos, normas y valores. Las fuerzas morales son plásticas, proteiformes, como las costumbres y las instituciones. No son tangibles ni mensurables, pero la humanidad siente su empuje. Imantan corazones y fecundan los ingenios. Dan elocuencia al apóstol cuando predica su credo, aunque pocos le escuchen y ninguno le siga; dan heroísmo al mártir cuando afirma su fe, aunque le hostilicen escribas y fariseos. Sostienen al filósofo que medita largas noches insomnes, al poeta que canta un dolor o alienta una esperanza, al sabio que enciende una chispa en su crisol, el utopista que persigue una perfección ilusoria. Seducen al que logra escuchar su canto sirenio; confunden el que pretende en vano desoírlo

Ensayos cortos de Rafael Barret

Rafael Barret (1876-1910) fue un escritor español que vivió la mayor parte de su vida en Paraguay. Su obra, en efecto, se caracteriza por una cuidadosa observación de la realidad paraguaya en variados aspectos.
Es conocido por sus cuentas y por sus ensayos, estos últimos de gran contenido filosófico. Es considerado una figura destacada de la literatura de ese país de principios del siglo XX

Ensayo «El Dolor Paraguayo»

Parece que la policía paraguaya aplica el tormento. En esto imita a los más civilizados países, y respeta una venerable tradición. Desde tiempo inmemorial los fuertes enjaulan a los débiles, y les rompen las articulaciones; o les asan a fuego lento, o les desuellan vivos. El arte de hacer sufrir es complicado y solemne. Octavio Mirbeau ha consagrado uno de sus mejores libros al estudio de la tortura china; nos ha dejado, en doscientas páginas, una elegante síntesis de la humanidad.

El escuadrón de seguridad asunceno es un escuadrón de hombres fuertes. Creo que se llama de seguridad porque ellos son los únicos que están seguros. Mr. Jacks es en cambio el tipo del hombre débil. No tiene dinero ni armas. Si bebe, está perdido; nadie se puede ya emborrachar con sosiego como no sea en los salones. Si Mr. Jacks se pasea sin hacer nada, está perdido; hoy no se permite la ociosidad más que a los ricos y a los altos funcionarios. Los fuertes, enjaularon pues al débil, y le atormentaron.

Difícil es indignarse contra ellos. Repiten el gesto primitivo; el gesto eterno, común a débiles y fuertes de cocear y morder y estrangular y aplastar al prójimo. Con la civilización, sin embargo, el gesto se hace menos impulsivo, y la crueldad más científica. La cuestión, o pregunta, según denominaban los franceses al tormento judicial, requería un material delicado y numeroso. Desde las cuñitas de madera dura destinadas a hundirse entre uña y carne, y los borceguíes cinchados que trituraban lentamente los huesos del pié, y los torniquetes y garrotes hasta el gran juego de quemaduras con plomo derretido y aceite hirviendo, y las tenazas cranianas con tornillos, y los ataúdes verticales forrados de largas púas de acero, la justicio exigía un verdadero laboratorio del dolor. El cepo colombiano, el sable, el mboreví son aparatos sencillos, de poco precio. Montjuich estaba mejor surtido. Había allí una maquinita especial para emascular a los sospechosos de anarquismo.

La tortura ha desaparecido del código. Cosa diferente es que desaparezca de las costumbres. Se ha notado, no obstante, que ciertos espectáculos sangrientos que soportaba el publico dos o tres siglos ha no se soportan ahora. Existe, por ejemplo, una innegable tendencia a suprimir la pena de muerte. Un psicólogo contemporáneo atribuye el fenómeno a qué la sensibilidad de las gentes, quizá por decadencia racial, se ha vuelto demasiado floja, susceptible, irritable; todo la desconcierta, la hiere, le resulta excesivo. Algunos se mantienen erguidos y austeros; así el sabio Balmes, obligado por la sotana a defender el infierno, lo justifica sobre la tierra mediante la célebre doctrina de la expiación. “El que infringe la ley moral, dice, merece sufrir”. El sistema inquisitorial entero se encierra en esa frase. Pero los Balmes, los Trepoff, los Weyler, no abundan tanto como antes. Se extiende por el mundo una relativa y aparente benignidad. Sería candidez explicarla por un aumento de virtud, por una aurora de altruismo. No: la ferocidad social es más metódica, secreta, mezquina y cobarde. He ahí todo. Si hablaran, si se quejaran, durante solo un día, sobre la redondez del globo, los reclutas abofeteados, los obreros tratados a puntapiés, los sirvientes insultados y hambrientos, los vagabundos apedreados, los solicitantes despedidos a carcajadas, las prostitutas a quienes escupe el transeunte, los niños martirizados y los presos azotados a lo Mr. Jacks, tal vez una ola de sagrada ira despertase entre nosotros a un Cristo nuevo. La desesperación está desmenuzada y escondida, más no por eso disminuye su espantoso total. En lugar de los autos de té, celebrados en las plazas de las ciudades, a la luz del sol, torturamos sin asesinarlos por completo, en la oscuridad vil de un calabozo, a infelices amordazados. ¿Hemos ganado mucho?

Ensayo: El valor

La lucha inacabable con la naturaleza ha cambiado de forma.

No son ahora los tiempos en que la noche era terror; el día, caza; en que no había otro problema que el de comer y no ser comido. Sin más refugio que un agujero entre las rocas, sin haber conquistado aún el cortante sílex que se ata a un palo y la llama que hace retroceder las tinieblas donde cuchichea la muerte, el hombre combatía cuerpo a cuerpo con la realidad. Eran sus uñas, sus dientes, sus músculos, sus fundamentales instintos los que se adherían desesperadamente a la vida. Había que salvar a la humanidad de las fauces del tigre y del abrazo del oso. Había que ser astuto; había, sobre todo, que ser feroz.

Pero después la inteligencia, en una inexplicable crisis, creció monstruosamente, y desbordó de los sentidos. Incapaces de seguirla y de servirla, la inteligencia prescindió bien pronto de ellos, y se fue fabricando los delicados o colosales órganos que necesitaba: las máquinas. Y hoy vemos lo invisible, estrellas perdidas en el fondo de los espacios y microbios que viven a millones en una gota de sangre; palpamos casi las moléculas y el éter, apreciamos las más imperceptibles vibraciones y las más formidables magnitudes; escuchamos, a centenares de kilómetros, el susurrar de una voz. Nuestro aliento ruge en las calderas o clama con la dinamita; nuestros músculos de metal aplastan las rocas; nuestras uñas y nuestros dientes abren las montañas; nuestros nervios son una red de alambres que aprisiona la tierra. La eterna batalla no es ya un episodio cruel de la historia de las especies, sino un designio del universo; no es ya una tentativa, es una verdad que marcha con la majestad de un poema; no está hecha ya de incertidumbre y de ferocidad, sino de pensamiento y de valor.

Es preciso tener valor. Doblemente es preciso, porque antes de encontrar la naturaleza hay que encontrar a los hombres; antes de herir y fecundar la realidad sombría hay que herir y fecundar los cerebros entenebrecidos de nuestros hermanos los brutales, de nuestros hermanos los supersticiosos, de nuestros hermanos malvados y débiles. Hay que lanzar las ideas nuevas contra las ideas viejas; hay que conspirar contra el pasado, y barrer los fantasmas. Estamos en camino. El mal persiste siempre detrás de nosotros, como una manada de lobos que aúllan. Detenerse es morir.

El genio no es nada sin el carácter. Si somos cobardes, nuestras ideas lo serán también, y no se atreverán a dejar su rincón oscuro para salir a la luz. Es necesario no proponerlas, sino imponerlas. Sólo resiste a la fuerza lo que la fuerza construye. Como la gran mayoría de los hombres no conoce ni teme más que la fuerza, aceptarán el bien cuando no haya otro remedio. Por eso, lo primero es ser fuertes. Se persuade con los puños, y se defiende la verdad con la punta de la espada.

Los grandes depósitos de energía humana, dinero, dictadura social, masas de obreros y de soldados, está en poder de la estupidez, la crueldad y la avaricia. Nunca ha sido más indispensable el valor que ahora. Sabemos el punto exacto que hay que atacar. Sabemos dónde está la ruta, y por qué sitio del horizonte vendrá el sol. Sabemos que un puñado de espíritus superiores, prisioneros de la inmensa mole esclavizada, son lo único que hace avanzar el mundo. Comprendemos que mientras no les pertenezca el poder político la humanidad no será libre, y sentimos que esa suprema obra exige toda nuestra inteligencia y todo nuestro valor.

Se rechaza el consejo del pacífico sabio, y se acata la orden de un imbécil con el sable al cinto. Afirmemos valientemente nuestra convicción, y no nos dejemos amordazar. El silencio siempre es cómplice. No seamos humildes, no prostituyamos la razón, que nos hace sagrados. La palabra del profeta debe estallar como un trueno. Disciplinemos nuestro organismo, hagámonos amantes de la obstinada lucha. Las ideas, flechas sublimes, se forjan en el reposo, pero es la voluntad la que tiende el arco.

Ensayo «El Pombero»

Pombero, es decir, espía. Es el hijo de la noche, el merodeador incansable, devorado por una curiosidad terrible. ¿Qué busca? ¿Qué reclama? ¿Algún tesoro por sus abuelos perdidos? ¿Alguna visión de ensueño, desvanecida en su entendimiento brumoso?

Espíritus timoratos se figuran que tiene payé para hacerse invisible, para pasar por el ojo de la llave y acariciar impunemente a las vírgenes dormidas. Pero esto es un error; el poder del pombero no llega a tanto. Huye entre las zarzas con la velocidad de una liebre; los perros no consiguen alcanzarle y cuando gana la espesura del bosque no hay quien lo rastree. Las sombras nocturnas y el vigor de sus piernas le permiten vivir oculto. No es invisible; varias personas le han visto.

Es pequeño, robusto, cobrizo. Marcha en dos pies y corre en cuatro. Los tiene velludos y camina silenciosamente. Su áspera y desgreñada melena le cae sobre los ojos brillantes, llenos de timidez y de malicia. Va desnudo. Si no fuera por su mirada inteligente, se le creería un animal, el animal más parecido al hombre.

Cuando el sol desaparece, abandona él los escondrijos del monte y se arrastra, soñador y horrible, amigo de los sapos y de las estrellas, hacia las luces de los blancos, hacia las ventanas peligrosas junto a las cuales se empina lentamente, para mirar el espectáculo maravilloso y hostil de nuestra civilización y de pronto allí escondido, le asalta la diabólica idea de asustar, de inquietar a los poderosos invasores que le obsesionan y entre los cuales, protegido por los árboles hermanos, se sostiene a fuerza caen, suelta un vago silbido, susurro, gemido, gorjeo. Imita a las aves, los insectos y los reptiles con inaudita perfección. Si no le oyen, repite su rumor, cada vez más alto, hasta que nota que a través de los cristales, las mujeres se callan y escuchan temerosas y balbucean su nombre. Entonces, estremecido de miedo y de alegría, abre la bocaza en una larga carcajada muda…

Si le molestáis, y hacéis de él un enemigo, devastará vuestro jardín y vuestra huerta, robará vuestras gallinas, destrancará vuestro corral para que se disperse vuestra hacienda y desatará vuestros caballos para que se extravíen. Pero lograréis atraer la benevolencia del pombero si dejáis olvidado en su camino ese tabaco brasilero, trenzado, que hace sus delicias. También le gustan los huevos. Guardaos de faltarle. Él os corresponderá obsequiándoos con frutos, extrañas flores y pieles de bestias lindas. Si viajáis de noche y echáis pie a tierra, no os preocupéis de vuestra montura. El pombero la cuidará fielmente.

Su pensamiento fijo, el motivo verdadero de sus misteriosas expediciones, es pisar los pasos a las mujeres encintas, acechar los partos… La ilusión sempiterna, el proyecto magno del pombero es robar un niño blanco recién nacido y hacer de él, para su tribu, un rey invencible que recobre las fecundas llanuras y los magníficos ríos que cayeron en manos de la pálida raza irresistible. El niño blanco criado entre la salvaje maleza, crecerá, salvará a los humildes expoliados; hará justicia, mesías de los negros. Mas lo que el pombero ignora, pequeño monstruo errante, fantasma de sus propias ruinas, es que también los blancos, desposeídos de su trozo de naturaleza, sufren como él y como él esperan el mesías prometido.

Ensayo sobre el amor verdadero

El texto a continuación es un ensayo literario sobre el amor verdadero. Se trata de una reflexión personal y argumentaba sobre un tema siempre actual. Recordemos que el ensayo escrito es tipo de redacción que siempre tiene a la voz característica de su autor como la principal manera de atrapar al lector. Se recomienda la lectura que habla del concepto y las características del ensayo literario.

Un breve ensayo sobre el amor verdadero.

Quizá no haya otra palabra más ambigua a lo largo de la historia de la humanidad que el término «amor». Aristófanes afirmaba que el amor era el sentimiento humano más poderoso y que nada se comparaba el poder sentirlo.

Los griegos diferenciaban el amor erótico carnal del amor sublime y espiritual. ¿Qué tipo de amor es el verdadero? Quizá lo correcto sea unificar y hablar no de diferentes tipos de amor, sino, sobre sus diversas facetas o dimensiones.

En este aspecto, conviene hablar desde un punto de vista psicologico para llegar al concepto de «amor verdadero». El especialista Walter Riso, especialista en tratar temas del amor de pareja en sus libros, nos habla de un amor «sano» el cual debe reunir los siguientes tres requisitos: “Es aquel que integra tres aspectos. El eros, que viene de la tradición griega, que es el deseo, las ganas del otro. La filia, que viene de la tradición griega, que significa amistad, ser compinches, tener proyectos comunes, no tener que explicarle el chiste a la persona que amas, porque entonces ya vas mal. El tercer elemento es el ágape, que viene de una tradición judeo-cristiana, que tiene que ver con el cuidado con el otro, la compasión del otro, que el dolor del otro te duela, la no violencia. Esos tres elementos configuran lo que llamamos un amor saludable: deseo, amistad, ternura y compasión, y tienen que estar siempre al servicio del crecimiento personal, es decir, que ningún tipo de amor afecte tu dignidad personal o tus derechos humanos. Que tus principios se puedan mantener intactos. Un amor es sano cuando tiene esos dos elementos y cuando puedes amar con dignidad, sin renunciar a lo que eres”.

La influencia masiva de los medios que crean un concepto ideal del amor. Películas, canciones, poemas, y otras expresiones artísticas que pintan un amor de princesas y principes, aunque no lo parezca en estos tiempos modernos y de globalización, aun están muy presentes en el dia a dia y por sobre todo, a nivel de conciencia colectiva.

Existen estereotipos aun muy ligadas en cada pueblo que configurar la manera en que visualizamos el amor de pareja. Y esa seudo realidad muchas no ayuda a crear relaciones estables.

Por ejemplo, una de las películas más taquilleras de los últimos años, ha sido la conocida trilogía «Cincuenta sombras de Grey». No se trata de aqui de realizar una critica al libro o a la película, sino de analizar el porqué ha tenido tanto existo en el publico, en el especial, en el público femenino adolescente.

La historia narra la turbulenta relación que empieza a darse entre un hombre poderoso, millonario y una chica trabajadora, de principios y valores firmes, pero sin poder económico. El «principe» queda prendido de ella y hará de todo para conquistarla, pero tambien pondrá sus particulares condiciones sexuales.

¿Hubiera tenido esta historia igual de existe, si los papeles fueran invertidos? Quizá no.

Grey representa represente el tradicional papel del hombre fuerte y poderoso que viene rescatar a una dama indefensa. Adaptaciones como estas no ayudan a crear un concepto real y humano del amor.

El amor verdadero es una construcción continua en base a la paciencia y el respeto por el otro, en donde ninguno es superior. La relación se debe mantener en un sano equilibrio.

Si una de las partes se desborda, es como depositar todo el peso de la relación en una sola parte. Y ningún bote lo aguantará mucho tiempo y terminará hundiendose.

 

Biografía corta de Jorge Luis Borges

Jorge Luis Borges, (nacido el 24 de agosto de 1899, Buenos Aires, Argentina, murió el 14 de junio de 1986, Ginebra, Suiza), poeta, ensayista y cuentista argentino, cuyas obras se han convertido en clásicos de la literatura mundial del siglo XX.

Vida
Borges fue criado en el entonces lamentable barrio de Palermo de Buenos Aires, escenario de algunas de sus obras. Su familia, que había sido notable en la historia argentina, incluía ancestros británicos, y aprendió inglés antes que español. Los primeros libros que leyó, de la biblioteca de su padre, un hombre de intelecto amplio que enseñaba en una escuela de inglés, incluyeron Las aventuras de Huckleberry Finn, las novelas de HG Wells, Las mil y una noches y Don Quijote. , todo en inglés. Bajo el constante estímulo y el ejemplo de su padre, el joven Borges, desde sus primeros años, reconoció que estaba destinado a una carrera literaria.

En 1914, en vísperas de la Primera Guerra Mundial, su familia llevó a Borges a Ginebra, donde aprendió francés y alemán y recibió su B.A. del Collège de Genève. Saliendo de allí en 1919, la familia pasó un año en Mallorca y un año en la España peninsular, donde Borges se unió a los jóvenes escritores del movimiento Ultraísta, un grupo que se rebeló contra lo que consideraba la decadencia de los escritores establecidos de la Generación de 1898.

Al regresar a Buenos Aires en 1921, Borges redescubrió su ciudad natal y comenzó a cantar sobre su belleza en poemas que reconstruyeron imaginativamente su pasado y presente. Su primer libro publicado fue un volumen de poemas, Fervor de Buenos Aires, poemas (1923; «Fervor de Buenos Aires, Poemas»). También se le atribuye el establecimiento del movimiento Ultraist en América del Sur, aunque luego lo repudió. Este período de su carrera, que incluyó la autoría de varios volúmenes de ensayos y poemas y la fundación de tres revistas literarias, terminó con una biografía, Evaristo Carriego (1930; Ing. Trans. Evaristo Carriego: Un libro sobre el viejo Buenos Aires )

Durante su siguiente fase, Borges gradualmente superó su timidez al crear ficción pura. Al principio prefirió volver a contar las vidas de hombres más o menos infames, como en los bocetos de su Historia universal de la infamia (Historia Universal de la Infamia, 1935). Para ganarse la vida, ocupó un cargo importante en 1938 en una biblioteca de Buenos Aires llamada así por uno de sus antepasados. Permaneció allí durante nueve años infelices.

En 1938, el año en que murió su padre, Borges sufrió una grave herida en la cabeza y posterior envenenamiento de la sangre, que lo dejó cerca de la muerte, sin habla y temiendo por su cordura. Esta experiencia parece haber liberado en él las fuerzas más profundas de la creación. En los siguientes ocho años produjo sus mejores historias fantásticas, las recopiladas más tarde en Ficciones (1944, revisada en 1956, «Ficciones», Eng. Trans. Ficciones) y el volumen de traducciones al inglés titulado The Aleph and Other Stories, 1933-1969 ( 1970). Durante este tiempo, él y otro escritor, Adolfo Bioy Casares, escribieron conjuntamente historias de detectives bajo el seudónimo de H. Bustos Domecq (combinando los nombres ancestrales de las familias de los dos escritores), que se publicaron en 1942 como Seis problemas para Don Isidro Parodi (Seis Problemas para Don Isidro Parodi). Las obras de este período revelaron por primera vez el mundo de ensueño de Borges, una versión irónica o paradójica del real, con su propio lenguaje y sistemas de símbolos.

Cuando Juan Perón llegó al poder en 1946, Borges fue destituido de su puesto en la biblioteca por haber expresado su apoyo a los Aliados en la Segunda Guerra Mundial. Con la ayuda de amigos, se ganó la vida dando conferencias, editando y escribiendo. Una colección de ensayos de 1952, Otras inquisiciones (1937-1952) (Otras inquisiciones, 1937-1952), lo reveló en su mejor análisis. Cuando Perón fue depuesto en 1955, Borges se convirtió en director de la biblioteca nacional, en una posición honorífica, y también profesor de literatura inglesa y americana en la Universidad de Buenos Aires. En ese momento, Borges sufría de ceguera total, una aflicción hereditaria que también había atacado a su padre y había disminuido progresivamente su propia visión a partir de la década de 1920 en adelante. Le obligó a abandonar la redacción de textos largos y comenzar a dictar a su madre o secretarios o amigos.

Las obras que datan de este período tardío, como El hacedor (1960; «The Doer», Eng. Trans. Dreamtigers) y El libro de los seres imaginarios (1967; The Book of Imaginary Beings), casi borran las distinciones entre el géneros de prosa y poesía. Sus últimas colecciones de historias incluyen El informe de Brodie (1970; El informe del doctor Brodie), que trata de venganza, asesinato y horror, y El libro de arena (1975; El libro de arena), ambas son alegorías que combinan la simplicidad de un narrador de historias con la visión compleja de un hombre que ha explorado los laberintos de su propio ser hasta su núcleo.

Legado
Después de 1961, cuando él y Samuel Beckett compartieron el Premio Formentor, un premio internacional otorgado por manuscritos inéditos, los cuentos y poemas de Borges fueron cada vez más aclamados como clásicos de la literatura mundial del siglo XX. Antes de ese momento, Borges era poco conocido, incluso en su Buenos Aires natal, excepto para otros escritores, muchos de los cuales lo consideraban simplemente como un artesano de ingeniosas técnicas y trucos. En el momento de su muerte, el mundo de pesadilla de sus «ficciones» había llegado a ser comparado con el mundo de Franz Kafka y ser alabado por concentrar el lenguaje común en su forma más duradera. A través de su trabajo, la literatura latinoamericana emergió del ámbito académico al reino de lectores generalmente educados.

Ensayo literario sobre el destino. Ortografia.com.es

El siguiente texto es un ensayo literario sobre el tema del destino. El ensayo es siempre un género personal ya que expresa un pensamiento propio y en forma libre sobre un asunto determinado. En este caso, se reflexiona acerca de si existe o no el concepto del destino.

¿Qué es el destino? Reflexiones y algunas ideas básicas

El concepto de destino es variado. El diccionario de la Real Academia Española contiene siete definiciones del término.   Básicamente, se lo entiende como una circunstancia que se da de forma misteriosa, pero a la vez necesaria. Y esa circunstancia es a veces favorable o desfavorable.

También se entiende al destino como un transitar por un determinado camino. O también, la meta misma.

¿Qué de verdad, es el destino?  Albert Einstein decia que tendremos el destino que nos habremos merecido, dando a entender justamente el significado del término como una meta o el «final del camino»

El destino, para los que lo afirman en el sentido de un suceso que no se puede evitar, limita la libertad del ser humano. Es decir, se opone el concepto del libre albedrío. ¿Qué implica esto en realidad en la vida de una persona, considerando que existe un destino que guía nuestras vidas? Implicaría que, por más que nos sintamos capaces y responsables de tomar decisiones que orienten nuestro accionar a lo largo de nuestra existencia, sin embargo, solo estamos realizando lo que ya se estableció por ese misterioso destino y no estamos siendo libres de verdad. Somos esclavos del destino.

En otras palabras, admitir la existencia del destino es lo mismo que admitir que el azar no existe. Todo lo que existe tendría una causa, que seria todo parte una especie de plan, que aunque no sea entendible, es plan seria «irreversible»

Muchas veces, en nuestro día a día suceden acontecimientos que nos parecen llamativos o hasta increíbles, coincidencias que creíamos imposibles y que sin embargo, en un determinado momento, que generalmente no esperábamos, sucede. Y nos quedamos sorprendidos porque el entendimiento no logra captar el porqué ha sucedo tal o cual hecho en nuestra vida.

Se podría afirmar entonces que surge el concepto del destino ante un suceso extraordinario por sus características insólitas, que le atribuimos un valor sobrenatural, una especie de fuerza desconocida que nos ha guiado a través de un camino.

¿Es acaso el destino quien guía mi vida? En este ensayo no es mi intención responder a esa pregunta. Creo que cada uno puede responderlo de la mejor manera y que es de la manera en que elegimos vivir la vida.

Exista o no el destino o el azar. Lo que si existe es nuestra conciencia. Y nuestra conciencia, nuestra razón, nuestro pensar nos lleva a tomar decisiones. Y las decisiones conducen nuestras acciones.

Siempre podemos elegir. De hecho, elegimos un estilo de vida, cada día. Desde que nos levantamos, hasta que termina el día.

La vida esta plagada de decisiones que debemos tomar. Y la tomamos convincentemente, aunque el destino esté a nuestro  favor o esté en contra.

Quizá por eso es célebre la frase de Antonio Machado «Caminante no hay camino, se hace camino al andar»

Al caminar, construimos nuestro destino, dia tras día, paso a paso.

 

 

Ensayo sobre la antigua Roma

La antigua cultura romana existió a lo largo de casi 1200 años de historia de la civilización de la Antigua Roma. El término se refiere a la cultura de la República Romana, más tarde el Imperio Romano, que, en su apogeo, cubría un área desde las Tierras Bajas de Escocia y Marruecos hasta el Éufrates.

La vida en la antigua Roma giraba en torno a la ciudad de Roma, sus famosas siete colinas y sus estructuras monumentales, como el Anfiteatro Flavio (ahora llamado Coliseo), el Foro de Trajano y el Panteón.

La ciudad también tenía varios teatros, gimnasios y muchas tabernas, baños y burdeles. En todo el territorio bajo el control de la antigua Roma, la arquitectura residencial abarcaba desde casas muy modestas hasta villas rurales, y en la ciudad capital de Roma, había residencias imperiales en la elegante colina del Palatino, de donde deriva la palabra «palacio». La gran mayoría de la población vivía en el centro de la ciudad, llena de insulae (bloques de apartamentos).

La ciudad de Roma era la megalópolis más grande de la época, con una población que bien podría haber excedido el millón de personas, con una estimación alta de 3,5 millones y una estimación baja de 450,000. Los espacios públicos en Roma resonaban con tal estruendo de cascos y ruido de ruedas de hierro que Julio César propuso una vez la prohibición del tráfico de cuadrigas en la noche. Las estimaciones históricas indican que alrededor del 30 por ciento de la población bajo la jurisdicción de la ciudad vivía en innumerables centros urbanos, con una población de al menos 10,000 y varios asentamientos militares, una tasa muy alta de urbanización según los estándares preindustriales.

La parte más urbanizada del Imperio fue Italia, que tenía una tasa de urbanización estimada del 32%, la misma tasa de urbanización de Inglaterra en 1800. La mayoría de las ciudades y pueblos romanos tenían un foro, templos y el mismo tipo de edificios, en una escala más pequeña, como se encuentra en Roma. La gran población urbana requería un suministro interminable de alimentos, que era una tarea logística compleja, que incluía la adquisición, el transporte, el almacenamiento y la distribución de alimentos para Roma y otros centros urbanos. Las granjas italianas suministraban verduras y frutas, pero el pescado y la carne eran un lujo. Se construyeron acueductos para llevar agua a los centros urbanos y se importaron vino y aceite de Hispania, Galia y África.

Había una gran cantidad de comercio entre las provincias del Imperio Romano, ya que su tecnología de transporte era muy eficiente. Los costos promedio del transporte y la tecnología eran comparables con los del siglo XVIII en Europa. La ciudad posterior de Roma no llenó el espacio dentro de sus antiguas murallas aurelianas hasta después de 1870.

El ochenta por ciento de la población bajo la jurisdicción de la antigua Roma vivía en el campo en asentamientos con menos de 10 mil habitantes. Los propietarios generalmente residían en las ciudades y sus propiedades quedaban bajo el cuidado de los administradores de las granjas.

La situación de los esclavos rurales era generalmente peor que la de sus contrapartes que trabajaban en hogares aristocráticos urbanos. Para estimular una mayor productividad laboral, la mayoría de los terratenientes liberaron a un gran número de esclavos y muchos recibieron salarios. Algunos registros indican que «hasta 42 personas vivían en una pequeña cabaña agrícola en Egipto, mientras que seis familias tenían un solo árbol de olivo». Tal entorno rural continuó induciendo la migración de la población a los centros urbanos hasta principios del siglo segundo, cuando la población urbana dejó de crecer y comenzó a declinar.

Comenzando a mediados del siglo II aC, la cultura griega privada estaba cada vez más en ascenso, a pesar de las diatribas contra los efectos «suavizantes» de la cultura helenizada por parte de los moralistas conservadores. En la época de Augusto, los esclavos domésticos cultos griegos enseñaban a los jóvenes romanos (a veces incluso a las niñas); chefs, decoradores, secretarios, doctores y peluqueros, todos vinieron del este griego. Las esculturas griegas adornaban la jardinería ornamental helenística en el Palatino o en las villas, o fueron imitadas en los patios de esculturas romanas por los esclavos griegos. La cocina romana conservada en los libros de cocina atribuidos a Apicio es esencialmente griega. Los escritores romanos desdeñaban el latín por un estilo griego culto. Sólo en la ley y el gobierno era la naturaleza itálica de la cultura creciente de Roma suprema.

Contra este fondo humano, tanto el entorno urbano como el rural, una de las civilizaciones más influyentes de la historia tomaron forma, dejando atrás un legado cultural que sobrevive en parte en la actualidad.

Ejemplos de ensayos periodisticos

El ensayo en sí es un género literario que estar a su vez enmarcado en otros tipos de redacción.

Un artículo periodístico, por ejemplo, puede ser escrito desde un punto de vista personal y que trate sobre un tema, con argumentos y la finalidad de lograr una adhesión a la idea transmitida por parte del lector

Ejemplo de ensayo periodístico: Machismo brutal en Hollywood

Hollywood está conmocionado por el ‘escándalo Harvey Weinstein’. El todopoderoso -ex todopoderoso, ya- productor de cine, del que se ha sabido que acosó y abusó de casi toda mujer que se le puso por delante. El caso lo ha destapado The New York Times y ha sido como un inmenso «¡Qué escándalo, aquí se juega!», con el que el capitán Renault se sorprende cínicamente cuando se entera de que en el Rick’s Café se realizan actividades ilegales que él debería reprimir. Porque, ahora que algunas de las víctimas y otras mujeres están hablando, se descubre que las andanzas del productor eran de sobra conocidas en el ambiente cinematográfico y que quienes las conocían callaron. Por eso es el paradigma de un fracaso social. Un ejemplo de que en esta sociedad queda muchísimo por cambiar.

Por Vicente Lozano. Publicado en El Mundo. España.

Ejemplo de ensayo periodístico: Más recordatorios de peligros digitales

El nuevo año comenzó con informes de dos fallas de diseño críticas en los chips encontrados en prácticamente todos los dispositivos de computación y comunicaciones. Sus nombres, Meltdown y Spectre, ofrecen una buena idea del daño potencial que pueden hacer. Sin embargo, los expertos insisten en que el daño puede mitigarse mediante una adecuada higiene de la computadora, aunque Spectre será difícil de reparar y las vulnerabilidades subyacentes persistirán. Este incidente es otro recordatorio de la importancia crítica de la conciencia de seguridad por parte de todos los usuarios del dispositivo y, lamentablemente, de la continua susceptibilidad a los ataques y ataques – una vulnerabilidad que solo crecerá a medida que la tecnología se incruste más en la vida diaria.

Varios investigadores, que trabajan en diferentes partes del mundo, descubrieron simultáneamente los defectos el verano pasado. (El silencio intermedio no debe ser alarmante: las empresas afectadas han estado trabajando desde entonces para solucionar los problemas). El primer error, Meltdown, explota la «ejecución especulativa» en la operación de un microchip. Como un chip procesa instrucciones, accede a varias piezas de datos; para acelerar ese proceso, se supone que algunos datos se usan repetidamente (de ahí que sean «especulativos») y que estén disponibles para su lectura. Usando Meltdown, se le dice al sistema operativo que permita el acceso a la información que no debería poder leer, como las contraseñas. Para cuando el sistema operativo ha ejecutado el código, cuando la ejecución ya no es «especulativa» sino real, se da cuenta de que no se debe otorgar acceso, pero para entonces ya es demasiado tarde.

Publicado en Japan Times.

Ejemplo de ensayo periodístico:  Estados Unidos debería priorizar a las personas insatisfechas de Irán

Cinco días de protestas callejeras en ciudades de todo Irán han subrayado la debilidad fundamental de un régimen que a veces se presenta en Washington como un monstruo regional. A pesar del levantamiento de la mayoría de las sanciones económicas occidentales después de 2015, la república islámica no ha podido satisfacer las expectativas de los iraníes cotidianos, que ven los recursos del país malgastados en corrupción y aventuras militares extranjeras por clérigos que niegan las libertades básicas. Las protestas que comenzaron en una ciudad por el aumento en los precios de los alimentos se multiplicaron rápidamente en un levantamiento nacional dirigido directamente al gobierno del Líder Supremo Ali Khamenei.

La demanda popular por un cambio está justificada y merece apoyo internacional. El presidente Trump ha tenido razón al tuitear su apoyo a los manifestantes; Los líderes europeos, que han sido mucho más cautelosos, deberían hablar claro. Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta las lecciones de la historia, que sugieren que las probabilidades de que los manifestantes desencadenen una revolución son largas. El régimen de Khamenei ha demostrado ser implacablemente hábil para sofocar los movimientos de oposición anteriores, la última vez en 2009, y todavía tiene abundantes recursos represivos a su disposición.

Los nuevos disturbios hasta ahora difieren considerablemente de los de 2009 en formas que probablemente beneficien al régimen. Le faltan líderes o una agenda clara; el «Movimiento Verde» surgió de las protestas luego de unas elecciones presidenciales que unieron a las fuerzas liberales. Las manifestaciones actuales comenzaron en la ciudad provincial de Mashhad y pueden haber sido alentadas inicialmente por las fuerzas conservadoras opuestas al gobierno del presidente Hassan Rouhani. Mientras se extendieron a docenas de pequeñas ciudades y pueblos, Teherán, el centro del movimiento de 2009, parece haber sido menos galvanizado.

Este levantamiento también parece ser más violento. Las autoridades y los observadores independientes han informado de ataques contra instalaciones gubernamentales e incluso bases militares en algunas ciudades. Eso podría darle al régimen un pretexto para una sangrienta represión, utilizando el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria o las fuerzas de la milicia chiíta que ha organizado para las guerras en Irak y Siria.

Hasta ahora los guardias parecen estar esperando mientras el Sr. Rouhani, un moderado relativo en el complejo sistema político iraní, ofrece mensajes conciliadores. El domingo reconoció que los manifestantes tenían quejas legítimas y nominalmente aceptaron su derecho a protestar. [El miércoles, el gobierno intentó contrarrestar las protestas organizando protestas progubernamentales en todo el país.] La administración Trump y otros gobiernos occidentales deberían apuntar a mantenerlo a través de la diplomacia y la amenaza de sanciones en caso de derramamiento de sangre. Los líderes occidentales también deberían hacer lo que puedan para apoyar las protestas pacíficas, incluso buscando formas de ayudar a los iraníes a comunicarse entre sí, ya que el régimen restringe el uso de Internet.

Al mismo tiempo, Trump debería evitar actos que socaven las protestas y empoderen a los partidarios de la línea dura del régimen. Lo más importante entre estos sería una renuncia al acuerdo nuclear de 2015. Eso dividiría a los Estados Unidos de los gobiernos europeos cuando deberían coordinar su respuesta al levantamiento, y le daría al régimen una amenaza externa contra la cual reunirse.

La reforma del acuerdo nuclear puede esperar. Ahora es el momento de que Trump se concentre en apoyar a la gente de Irán.

Publicado en Miami Herald.

Ensayo corto sobre la cultura griega antigua. Ortografia.com.es

El siguiente texto es un ensayo sobre la cultura griega antigua. Se exponen los principales aspectos de su cultura y la manera en como han influenciado el desarrollo del pensamiento occidental.

En la antigua Grecia se desarrolló una sofisticada cultura filosófica y científica. Uno de los puntos clave de la filosofía griega antigua era el papel de la razón y la investigación. Enfatizó la lógica y defendió la idea de la observación imparcial y racional del mundo natural.
Los griegos hicieron contribuciones importantes a las matemáticas y la ciencia. Debemos nuestras ideas básicas sobre la geometría y el concepto de pruebas matemáticas a los matemáticos griegos antiguos como Pitágoras, Euclides y Arquímedes. Algunos de los primeros modelos astronómicos fueron desarrollados por los antiguos griegos tratando de describir el movimiento planetario, los ejes de la Tierra y el sistema heliocéntrico, un modelo que coloca al Sol en el centro del sistema solar. Hipócrates, otro griego antiguo, es el médico más famoso en la antigüedad. Estableció una escuela de medicina, escribió muchos tratados médicos y, debido a su investigación sistemática y empírica de enfermedades y remedios, se le atribuye ser el fundador de la medicina moderna. El juramento hipocrático, un estándar médico para médicos, lleva su nombre.
La cultura filosófica griega se ejemplifica en los diálogos de Platón, que convirtió el estilo cuestionador de Sócrates en forma escrita. Aristóteles, el alumno de Platón, escribió sobre temas tan variados como la biología y el drama.

Arte, literatura y teatro

La literatura y el teatro, que estaban muy entrelazados, fueron importantes en la sociedad griega antigua. El teatro griego comenzó en el siglo VI aC en Atenas con la representación de obras de tragedia en festivales religiosos. Estos, a su vez, inspiraron el género de las comedias griegas.
Estos dos tipos de drama griego se hicieron muy populares, y las representaciones se extendieron por todo el Mediterráneo e influyeron en el teatro helenístico y romano. Las obras de dramaturgos como Sófocles y Aristófanes formaron la base sobre la que se basa todo el teatro moderno. De hecho, si bien puede parecer que el diálogo siempre fue parte de la literatura, era raro que un dramaturgo llamado Esquilo introdujera la idea de que los personajes interactúen con el diálogo. Otros dispositivos teatrales, como la ironía, se ejemplificaron en obras como Edipo el Rey de Sófocles.
Además de las formas escritas de teatro y literatura, las tradiciones orales fueron importantes, especialmente en la historia griega primitiva. No fue hasta alrededor de 670 a. C. que los poemas épicos de Homero, La Ilíada y la Odisea, se compilaron en forma de texto.
El arte griego, particularmente la escultura y la arquitectura, también fue increíblemente influyente en otras sociedades. La escultura griega del 800 al 300 a. C. se inspiró en el arte monumental egipcio y del Cercano Oriente y, durante siglos, se convirtió en una visión griega única de la forma de arte.
Los artistas griegos alcanzaron un pico de excelencia que capturó la forma humana de una manera nunca antes vista y muy copiada. Los escultores griegos estaban particularmente interesados ​​en la proporción, el equilibrio y la perfección idealizada del cuerpo humano; sus figuras en piedra y bronce se han convertido en algunas de las piezas de arte más reconocidas que haya producido alguna civilización.Los arquitectos griegos proporcionaron algunos de los edificios más hermosos y distintivos de todo el mundo antiguo y algunas de sus estructuras -incluidos templos, teatros y estadios- se convertirían en elementos básicos de pueblos y ciudades desde la antigüedad en adelante.
Además, la preocupación griega por la simplicidad, la proporción, la perspectiva y la armonía en sus edificios influiría enormemente en los arquitectos del mundo romano y proporcionaría las bases para los órdenes arquitectónicos clásicos que dominarían el mundo occidental desde el Renacimiento hasta el presente. día.

El legado de la cultura griega

La civilización de la antigua Grecia fue inmensamente influyente en muchas esferas: el lenguaje, la política, los sistemas educativos, la filosofía, la ciencia y las artes. Tuvo importantes efectos en el Imperio Romano que finalmente lo gobernó. Como dijo Horace, «La Grecia Cautiva cautivó a su feroz conquistadora e inculcó sus artes en el rústico Lazio».
A través del Imperio Romano, la cultura griega llegó a ser fundamental para la cultura occidental en general. El Imperio Bizantino heredó la cultura griega clásica directamente, sin intermediación latina, y la preservación de la enseñanza del griego clásico en la tradición bizantina medieval ejerció una gran influencia sobre los eslavos y más tarde sobre la Edad de Oro islámica y el Renacimiento europeo occidental. Un renacimiento moderno del aprendizaje del griego clásico tuvo lugar en el movimiento del neoclasicismo en Europa y las Américas en los siglos XVIII y XIX.